martes, 9 de septiembre de 2008

Castillo de barro


Me ubico más o menos en la ciudad de dónde vienes, en el mejor clima que tiene ese lugar. El sol es tranquilo e ilumina las viejas casas que rodean la plaza central. Dejo el primer pasaje al que te lleva la plaza y me conduzco de frente por una interminable pequeña calle que es cubierta por obscenos mensajes políticos en las afueras de sus paredes débiles. Apresuro el paso y mi pecho se comienza a agitar. Dejo caer mis manos sobre mis rodillas y escucho tu voz que se sostiene en el viento poco oxigenado pero lleno de ternura. Recupero la postura. Me alejo de la poca bulla de las tiendas aledañas y camino adentrándome entre los vastos paisajes. Sorteo unas rocas superpuestas cuidadosamente que separan las chacras de algún lugar sin dueño. Salto una y otra valla y por fin me puedo recostar en el pastizal verde e incalculable donde vendrás a encontrarme. Saco del bolsillo de mi pantalón una cuchilla y comienzo a jugar con él dibujando en un pedazo de árbol caído tu nombre y lo acompaño de la palabra “amor”. En ningún momento escribo mi nombre, en ningún momento me doy cuenta de que estoy ahí. Solo escribo esa palabra sin comprender quizá cual es su real significado. A veces utilizamos esa palabra diciendo que amamos la música, amamos a nuestros padres, a nuestros hermanos, a Dios, pero por qué para endosárselo a otra persona se convierte esto en una inextricable pelea de confusiones. A nuestros padres los amamos porque fueron ellos los que nos engendraron y nos criaron y eso nunca va a cambiar. Pero en el caso de una pareja, la amas porque la voluntad de hacerlo nace en el momento en el que te das cuenta de que entristeces por una pena suya y te alegras por una satisfacción que tenga.

Yo estoy feliz porque estoy en un lugar que a kilómetros es el lugar más hermoso para vivir y estoy esperando a que llegues y veas todo lo que he construido para ti. Es un castillo gigante de barro, tiene una entrada principal rodeada de hermosas flores rosadas y te imagino llegar con tu blusa del mismo color, descalza y con luz en tu mirada. Pero no tengo el entendimiento que quisieras que tenga y tu ya no tienes nada de lo que era consciente, ahora eres un reflejo de mi ilusión. Te veo entrar y abrazarme, prender la luz de mi oscuridad, prender la televisión en un programa de espectáculo, encender la radio a escuchar una canción estruendosa, y desvestirte con la sinceridad que ofreces al mundo. Las paredes de barro se vuelven duras y compactas, y mis lágrimas se pegan a tus hombros, y tú me alejas y me dices que no haga eso, que te perdone, pero yo digo que no tengo nada que perdonarte, el error fue mío de vivir en un castillo de barro, en un lugar perdido, y con una ilusión que ya no se pueden escribir en estas paredes de cemento.

11 comentarios:

Unknown dijo...

Muy lindo en verdad que si, muy lindo tu texto

gracias por la visita

un bso

María dijo...

Muchas gracias por tu visita a mi blog y por el regalo de tus comentarios dejados allí, puedes visitarme siempre que lo desées, como yo también lo haré siempre que el tiempo me lo permita.

¿Has construído tú ese castillo? pues la verdad es que tiene mucho mérito.

Gracias por compartir tus vivencias, y encantada de leerte.

Saludos.

Gittana dijo...

Hola! gracias por pasarte por mi blog, sin miedo a los "elementos dudos" ha ha ha ha ha!!!! no se desde cuando la etternidad es pecado... pero en fin... te doy millones de gracias por pasaer por mi infierno...

Te mando miles de besos... ya sabes...besos etternos...

Gittana dijo...

voy a poner un link tuyo en mi blog... puedo? si dime que si...

Anónimo dijo...

Si has amado, y aun creo que amas, no hay nada que perdonar.. porque uno ama a uno tal como es, sin necesidad de hacerlo cambiar. Pero cuidado con la casa de barro.. la lluvia fuerte te puede afectar. Nos vemos...

Patricia dijo...

Que hermoso post, me dejo suspirando y recordando la historia del "taj Mahal"...yo creo que para un par de enamorados cualquier lugar es un castillo rodeado de hermosos jardines pues el amor lo resplandece todo.
Saludos!

soleil dijo...

... aveces la situacion solo da para construir castillos de barro, otras es con paja, y al estilo de los tres chanchitos se va aprendiendo cada vez que el castillo es derrumbado, y llega el momento de construirlo de concreto, ese momento creo que llega a ser el mas feliz, puede que uno no se de cuenta con que material se construye el castillo, pero se dara cuenta de lo fuerte de las paredes cuando las tormentas pasen, y no nos destruyan, entonces creo yo, sabes que valio la pena el esfuerzo, y que hoy no habra derrumbe, y quiza si es que tienen un mantenimiento adecuedo... mañana tampoco.

gabriel revelo dijo...

un gran texto para darle luz a esta nueva etapa de tu blog...

una entrada así no merece sino ser leída una y otra y otra vez--

saludos desde méxico

Gittana dijo...

Bien aqui estoy una vez más... Me pregunto si lo que relatas lo soñó tu, y despues regresó a una realidad muy triste...
No dejare de leerte jamas...

Maria Pía dijo...

Alguna vez un psicologo me dijo q nosotros tendemos a endiosar a las personas q creemos amar, y q nuestro padres por ser eso no tenemos q amarlos necesariamente..q el amor es un sentimiento q llega un vez la sientes t entregas y eres feliz...en castillos q contruimos a la perfeccion y la malo es q no sabemos cuando nos van a regresar a la realidad..


buen blog

DESPUÉS DEL DOLOR dijo...

no soy de muchas palabras....


solo:


wow...